5 si sólo escuchas fielmente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y cumplir todos estos mandamientos que yo te mando hoy.
6 Ya que Jehová tu Dios te habrá bendecido, como te ha dicho, prestarás entonces a muchas naciones, mas tú no tomarás prestado; y te enseñorearás de muchas naciones, pero de ti no se enseñorearán.
7 Si hay en medio de ti menesteroso de entre alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón ni cerrarás tu mano a tu hermano pobre,
8 sino que abrirás a él tu mano liberalmente y le prestarás lo que le falte, lo que necesite.
9 Cuídate de que no haya en tu corazón pensamiento perverso, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión, y mires con malos ojos a tu hermano menesteroso para no darle, porque él podrá clamar contra ti a Jehová, y se te contará como pecado.
10 Sin falta le darás, y no será tu corazón mezquino cuando le des, porque por ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos y en todo lo que pongas tu mano.
11 Porque no faltarán menesterosos de en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.