8 Cuando alguna cosa te sea difícil en el juicio entre sangre y sangre, entre causa y causa, y entre herida y herida, en asuntos de litigio en tus ciudades, entonces te levantarás y acudirás al lugar que Jehová tu Dios escoja;
9 y vendrás a los sacerdotes levitas y al juez que haya en aquellos días, y preguntarás, y ellos te enseñarán la sentencia del juicio.
10 Y harás según la sentencia que te indiquen los del lugar que Jehová escoja, y cuidarás de hacer según todo lo que te manifiesten.
11 Actuarás según la ley que ellos te enseñen y según el juicio que te digan; no te apartarás ni a la derecha ni a la izquierda de la sentencia que te dicten.
12 Y el hombre que proceda con soberbia, no obedeciendo al sacerdote que está para ministrar allí delante de Jehová tu Dios, o al juez, tal hombre morirá; y quitarás el mal de en medio de Israel.
13 Y todo el pueblo oirá y temerá, y no procederá más con soberbia.
14 Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da, y la poseas, y habites en ella y digas: Pondré rey sobre mí, como todas las naciones que están en mis alrededores,