2 Y acontecerá que cuando estéis a punto de combatir, se acercará el sacerdote, y hablará al pueblo
3 y les dirá: Oye, Israel, vosotros os juntáis hoy en batalla contra vuestros enemigos; no desmaye vuestro corazón; no temáis, ni os azoréis ni tampoco os atemoricéis delante de ellos,
4 porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, a fin de salvaros.
5 Y los oficiales hablarán al pueblo, diciendo: ¿Quién ha edificado casa nueva y no la ha estrenado? Vaya y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla y algún otro la estrene.
6 ¿Y quién ha plantado una viña y no ha disfrutado de ella? Vaya y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla y algún otro la disfrute.
7 ¿Y quién se ha desposado con una mujer y no la ha tomado? Vaya y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla y algún otro la tome.
8 Y volverán los oficiales a hablar al pueblo y dirán: ¿Quién es hombre medroso y de corazón apocado? Vaya y vuélvase a su casa, para que no apoque el corazón de sus hermanos, como el corazón suyo.