4 no podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su esposa, después que fue amancillada, porque es abominación delante de Jehová, y no has de pervertir la tierra que Jehová tu Dios te da como heredad.
5 Cuando alguno se haya casado recientemente, no saldrá a la guerra ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa durante un año para alegrar a la esposa que tomó.
6 No tomarás en prenda la muela del molino, ni la de abajo ni la de arriba, porque sería tomar en prenda la vida del hombre.
7 Cuando sea hallada una persona que haya raptado a alguno de sus hermanos de entre los hijos de Israel, y le haya tratado como esclavo o le haya vendido, tal ladrón morirá, y así quitarás el mal de en medio de ti.
8 Guárdate de la plaga de la lepra, observando diligentemente y haciendo según todo lo que os enseñen los sacerdotes levitas; como les he mandado a ellos, así cuidaréis de hacer.
9 Acuérdate de lo que hizo Jehová tu Dios a María en el camino, después que salisteis de Egipto.
10 Cuando des a tu prójimo alguna cosa prestada, no entrarás en su casa para tomarle prenda.