3 Se le podrán dar cuarenta azotes, no más; no sea que, si lo hieren con muchos más azotes que éstos, quede envilecido tu hermano delante de tus ojos.
4 No pondrás bozal al buey cuando trille.
5 Cuando habiten hermanos juntos, y muera alguno de ellos y no deje hijo, la esposa del muerto no se casará fuera con un hombre extraño; su cuñado se llegará a ella, y la tomará por esposa, y hará con ella parentesco.
6 Y será que el primogénito que ella dé a luz llevará el nombre del hermano muerto, para que el nombre de éste no sea borrado de Israel.
7 Y si el hombre no quiere tomar a su cuñada, irá entonces su cuñada a la puerta, a los ancianos, y dirá: Mi cuñado no quiere perpetuar el nombre de su hermano en Israel; no quiere emparentar conmigo.
8 Entonces los ancianos de aquella ciudad lo harán venir y hablarán con él; y si él se levanta y dice: No quiero tomarla,
9 se acercará entonces su cuñada a él delante de los ancianos, y le quitará el calzado de su pie, y le escupirá en el rostro, y hablará y dirá: Así será hecho al hombre que no edifica la casa de su hermano.