26 No hay como el Dios de Jesurún, quien cabalga sobre los cielos para tu ayuda, y sobre las nubes con su grandeza.
27 El eterno Dios es tu refugio, y acá abajo están los brazos eternos; él echará de delante de ti al enemigo, y dirá: Destruye.
28 E Israel habitará confiado a solas; la fuente de Jacob estará en tierra de grano y de vino; también sus cielos destilarán rocío.
29 Bienaventurado tú, oh Israel, ¿Quién como tú, pueblo salvo por Jehová, escudo de tu socorro y espada de tu excelencia? Y tus enemigos serán humillados, y tú hollarás sus lugares altos.