3 Verdaderamente amó a los pueblos; todos sus santos están en tu mano; ellos también se sientan a tus pies y reciben tus palabras.
4 Moisés nos dio la ley, la heredad de la congregación de Jacob.
5 Y era rey en Jesurún, cuando se congregaron los jefes del pueblo con las tribus de Israel.
6 Viva Rubén, y no muera, ni sean pocos sus hombres.
7 Y para Judá, dijo así:Oye, oh Jehová, la voz de Judá,y llévalo a su pueblo;sus manos le basten,y tú seas su ayuda contra sus enemigos.
8 Y a Leví dijo:Tu Tumim y tu Urim sean para tu varón piadoso,a quien probaste en Masah,y con quien contendiste en las aguas de Meriba;
9 el que dijo de su padre y de su madre: Nunca los he visto; no reconoció a sus hermanos, ni conoció a sus propios hijos, porque ellos guardaron tus palabras y observaron tu pacto.