8 Y después de haber destetado a Lo-ruhama, Gomer concibió y dio a luz un hijo.
9 Y dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ammi, porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios.
10 Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y sucederá que en el lugar donde se les dijo: Vosotros no sois mi pueblo, se les dirá: Sois hijos del Dios viviente.
11 Y los hijos de Judá y de Israel serán congregados en uno, y nombrarán para sí un solo jefe y subirán de la tierra, porque grande será el día de Jezreel.