6 Tú, pues, conviértete a tu Dios; guarda la misericordia y el juicio, y en tu Dios confía siempre.
7 Al mercader que tiene en su mano pesas falsas, le gusta oprimir.
8 Y dijo Efraín: Ciertamente yo me he enriquecido; he hallado riquezas para mí; nadie hallará iniquidad en mí ni pecado en todos mis trabajos.
9 Sin embargo, yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; aún te haré morar en tiendas, como en los días de la fiesta solemne.
10 Y he hablado a los profetas, y yo multipliqué las visiones y por medio de los profetas usé similitudes.
11 ¿Hay iniquidad en Galaad? Ciertamente vanidad han sido. En Gilgal sacrificaron bueyes, y aún son sus altares como montones en los surcos del campo.
12 Mas Jacob huyó a la tierra de Aram; y sirvió Israel para adquirir una esposa, y para adquirir una esposa fue pastor.