1 Mientras yo quería curar a Israel, se descubrió la iniquidad de Efraín y las maldades de Samaria, porque hacen engaño; y entra el ladrón, y la banda de salteadores despoja por fuera.
2 Y no consideran en su corazón que tengo memoria de toda su maldad; ahora los rodean sus propias obras; delante de mí están.
3 Con su maldad alegran al rey, y a los príncipes con sus mentiras.
4 Todos ellos son adúlteros; son como horno encendido por el hornero, que cesa de avivar el fuego después que está hecha la masa, hasta que se haya leudado.