18 Y Jesús reprendió al demonio, y éste salió del muchacho, y quedó sano desde aquella hora.
19 Entonces, los discípulos se acercaron a Jesús aparte y dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera?
20 Y Jesús les dijo: Por vuestra incredulidad; porque de cierto os digo que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.
21 Pero este género no sale sino con oración y ayuno.
22 Y estando ellos en Galilea, Jesús les dijo: El Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres,
23 y le matarán; mas al tercer día resucitará. Y ellos se entristecieron en gran manera.
24 Y cuando llegaron a Capernaúm, fueron a Pedro los que cobraban las dos dracmas y dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?