21 Le dijo Jesús: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
22 Y al oír el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
23 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos.
24 Mas os digo que es más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.
25 Mas sus discípulos, oyendo estas cosas, se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?
26 Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible, mas para Dios todo es posible.
27 Entonces, respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. ¿Qué, pues, tendremos?