21 y el que jura por el templo, jura por él y por Aquel que habita en él;
22 y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por Aquel que está sentado sobre él.
23 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque diezmáis la menta, y el eneldo y el comino, y habéis dejado lo más importante de la ley: la justicia, y la misericordia y la fe; esto era menester hacer, sin dejar de hacer lo otro.
24 ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, pero tragáis el camello!
25 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque limpiáis lo que está fuera del vaso y del plato; pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia.
26 ¡Fariseo ciego, limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera quede limpio!
27 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.