58 Éste fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús; entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo.
59 Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia
60 y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de haber hecho rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue.
61 Y estaban allí María Magdalena y la otra María, sentadas delante del sepulcro.
62 Y al día siguiente, que es después de la preparación, se reunieron los principales sacerdotes y los fariseos ante Pilato,
63 y le dijeron: Señor, nos acordamos de que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré.
64 Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día; no sea que vengan sus discípulos de noche, y lo hurten y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el postrer error peor que el primero.