9 he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas se acercaron, y abrazaron sus pies y le adoraron.
10 Entonces Jesús les dijo: No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán.
11 Y mientras ellas iban, he aquí unos de la guardia fueron a la ciudad y dieron aviso a los principales sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido.
12 Y reunidos con los ancianos, y habiendo deliberado, dieron mucho dinero a los soldados,
13 diciendo: Decid: Sus discípulos vinieron de noche y lo hurtaron mientras dormíamos.
14 Y si esto llega a oídos del gobernador, nosotros le persuadiremos y os pondremos a salvo.
15 Y ellos, tomando el dinero, hicieron como habían sido instruidos; y este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy.