18-20 Poner comida sobre una tumba,o llevar ofrendas a los ídolos,es lo mismo que dar de comera quien tiene la boca cerrada:¡jamás los ídolos ni los muertospodrán saborear esa comida!Lo mismo les pasa a aquellosque son perseguidos por Dios;son como el hombre impotente,que quiere pero no puede:cuando abraza a una mujer,sólo lanza suspiros de tristeza.