11 Jamás dejes que un cobardete diga cómo hacer la guerra.Tampoco dejes que una mujeropine de su enemiga,ni que un comerciante te digacómo hacer negocios con él.Tampoco permitas que un compradorponga precio a tu mercancía,ni esperes que un envidiosote enseñe a ser agradecido,ni que alguien sin compasiónte enseñe a pedir perdón.Cuando tengas que hacer algo,ningún perezoso te dirá cómo hacerlo;tampoco quien trabaja por horaste dirá cuándo terminará,ni el que vigila un sembradote hablará de la cosecha.No creas nada de lo que digan.