5 »Pero Dios tendrá compasión de los israelitas y los llevará de nuevo a su tierra. Cuando llegue el tiempo fijado por Dios, el templo será reconstruido, aunque no llegará a ser tan hermoso como el primero.»Tiempo después, tal y como lo anunciaron los profetas, los israelitas regresarán al país, y reconstruirán el templo y la ciudad de Jerusalén con toda su belleza.
6 »Todas las naciones de la tierra abandonarán a los dioses falsos que los engañaron con sus mentiras. Entonces reconocerán y alabarán a Dios como su rey soberano, y lo adorarán con sinceridad.
7 »En aquellos días, todos los israelitas que hayan sobrevivido, volverán a obedecer a Dios. Se reunirán en Jerusalén, tierra de Abraham, y allí vivirán seguros por siempre. Dios mismo les devolverá esa tierra. Los que en verdad aman a Dios se alegrarán, pero los pecadores y malvados serán expulsados de esa tierra.
8-9 »Ahora pues, hijo mío, te pido a ti y a tus hijos que obedezcan a Dios con sinceridad, y que siempre hagan lo que a él le agrada. Enseñen a sus hijos a ser justos y a compartir todo lo que tienen con los necesitados. Díganles que nunca se alejen de Dios y lo alaben en todo tiempo con todas sus fuerzas.»Hijo mío, el mismo día que muera tu madre y la entierres junto a mí, vete de la ciudad de Nínive. ¡Ni siquiera pases la noche aquí! En esta tierra hay mucha maldad y engaño, y veo que a nadie le importa.
10 »Tú sabes que Nadab enterró vivo a mi sobrino Ajicar, que era su padre adoptivo. Pero como Ajicar siempre compartió lo que tenía con los más necesitados, Dios lo sacó de la tumba, y delante de él castigó a Nadab enviándolo a la muerte eterna.
11 Recuerda que Dios bendice a los que ayudan a los necesitados, pero castiga con la muerte a los malvados. Espero que tú y tus hijos nunca se olviden de esto. En cuanto a mí, ya siento que se me acaba la vida...»Entonces lo acostaron sobre la cama, y murió. Después lo enterraron con honores.
12 Cuando murió Ana, madre de Tobías, éste la enterró junto a la tumba de Tobit. Luego, se fue con su esposa Sara al país de Media. Allí se quedaron a vivir en la ciudad de Ecbatana, junto con su suegro Ragüel.