Génesis 27:21-32 TLA

21 Entonces Isaac le dijo:—Acércate, hijo mío, para que pueda tocarte. Quiero estar seguro de que eres mi hijo Esaú.

22-27 Jacob se acercó a su padre, quien después de tocarlo le preguntó:—¿Eres realmente mi hijo Esaú? Tus brazos son los de Esaú, pero tu voz es la de Jacob.—¡Claro que soy Esaú! —respondió Jacob.Pero Isaac no reconoció a Jacob porque sus brazos tenían pelos como los de Esaú. Entonces Isaac dijo:—Hijo mío, tráeme del animal que cazaste, para que lo coma y te dé mi bendición especial.Jacob le llevó el plato, e Isaac comió; también le llevó vino, e Isaac bebió. Después de comer, Isaac le dijo:—Ahora, hijo mío, acércate y dame un beso.Jacob se acercó a su padre y lo besó. En cuanto Isaac olió sus ropas, lo bendijo así:«Hijo mío, tienes el olorde los campos que Dios bendice.

28 ¡Que Dios te dé mucha lluviay una tierra muy fértil!¡Que te dé mucho trigoy mucho vino!

29 ¡Que todas las nacioneste sirvan y te respeten!¡Que tus propios parientesse inclinen ante ti,y te reconozcan como su jefe!¡Malditos sean los que te maldigan!¡Benditos sean los que te bendigan!»

30 Cuando Isaac terminó de bendecirlo, y Jacob estaba por salir de la tienda de su padre, volvió Esaú del campo.

31 También él preparó un plato de comida muy sabroso, se lo llevó a su padre, y le dijo:—Levántate, padre mío, y ven a comer de lo que maté, para que me des tu bendición.

32 Enseguida su padre le preguntó:—¿Y quién eres tú?—¡Pues soy Esaú, tu hijo mayor! —le respondió él.