9 has amado la justicia y aborrecido la maldad, por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros.
10 Y:Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra,y los cielos son obra de tus manos.
11 Ellos perecerán, mas tú permaneces; y todos ellos se envejecerán como una vestidura;
12 y como un vestido los envolverás, y serán mudados; pero tú eres el mismo, y tus años no acabarán.
13 Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo jamás:Siéntate a mi diestra,hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?
14 ¿No son todos espíritus ministrantes, enviados para servir a favor de los que serán herederos de la salvación?