1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
2 Porque por ella alcanzaron aprobación los antiguos.
3 Por la fe entendemos que los mundos fueron formados por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue de lo que no se veía.
4 Por la fe Abel ofreció a Dios un mejor sacrificio que Caín, por lo cual recibió testimonio de que era justo, dando Dios aprobación de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella.
5 Por la fe Enoc fue trasladado para no ver la muerte, y no fue hallado, porque lo trasladó Dios. Y antes que fuese trasladado, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.