12 Por lo cual también, de uno, y ése ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar.
13 En la fe murieron todos éstos sin haber recibido las cosas prometidas, sino mirándolas de lejos, y creyéndolas, y aceptándolas, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.
14 Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria,
15 pues si en verdad se hubiesen acordado de aquélla de donde salieron, habrían tenido tiempo de volver.
16 Pero deseaban una mejor, a saber, la celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos, porque les había preparado una ciudad.
17 Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía a su unigénito,
18 habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia,