4 Por la fe Abel ofreció a Dios un mejor sacrificio que Caín, por lo cual recibió testimonio de que era justo, dando Dios aprobación de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella.
5 Por la fe Enoc fue trasladado para no ver la muerte, y no fue hallado, porque lo trasladó Dios. Y antes que fuese trasladado, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.
6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que es galardonador de los que le buscan.
7 Por la fe Noé, habiendo sido advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca para que su casa se salvase; por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que es según la fe.
8 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como heredad; y salió sin saber a dónde iba.
9 Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa,
10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.