2 Tú bendices y declaras inocentes,a los que no actúan con malicia.
3 Mientras no te confesé mi pecado,las fuerzas se me fueron acabandode tanto llorar.
4 Me castigabas día y noche,y fui perdiendo fuerzas,como una flor que se marchitabajo el calor del sol.
5 Pero te confesé mi pecado,y no oculté mi maldad.Me decidí a reconocerque había sido rebelde contigo,y tú, mi Dios, me perdonaste.
6 Por eso los que te amamosoramos a ti en momentos de angustia.Cuando vengan los problemas,no nos podrán alcanzar.
7 Tú eres mi refugio;tú me libras del peligro,por eso, con voz fuerte,canto y festejo mi liberación.
8 Tú me dijiste:«Yo te voy a instruir;te voy a enseñarcómo debes portarte.Voy a darte buenos consejosy a cuidar siempre de ti.