1-2 Dios mío,tú eres el juez de la tierra;¡hazte presente,entra en acción,y castiga a los culpables!¡Dales su merecido a los orgullosos!
3 Dios mío,¡basta ya de malvados,basta ya de sus burlas!
4 Todos ellos son malhechores;¡son unos habladores y orgullosos!¡Se creen la gran cosa!
5 Aplastan y afligena tu pueblo elegido:
6 matan a las viudas,asesinan a los huérfanos,masacran a los refugiados,
7 y aun se atreven a decir:«El Dios de Israelno se da cuenta de nada».
8 Gente torpe,quiero que entiendan esto;¿cuándo van a comprenderlo?
9 Si Dios nos diola vista y el oído,¡de seguro él puede ver y oír!
10 ¡Cómo no va a castigarel que corrige a las naciones!¡Como no va a saberel que nos instruye a todos!
11 ¡Bien sabe nuestro Dioslas tonterías que se nos ocurren!
12 Mi Dios,tú bendices a los que corriges,a los que instruyes en tu ley,
13 para que enfrenten tranquiloslos tiempos difíciles;en cambio, a los malvadosse les echará en la tumba.
14 Tú, mi Dios,jamás abandonarás a tu pueblo.
15 Los jueces volverán a ser justos,y la gente honrada los imitará.
16 Cuando los malvados me atacaron,nadie se levantó a defenderme;¡nadie se puso de mi partey en contra de los malhechores!
17 Si tú no me hubieras ayudado,muy pronto habría perdido la vida;
18 pero te llaméal sentir que me caía,y tú, con mucho amor,me sostuviste.
19 En medio de mis angustiasy grandes preocupaciones,tú me diste consuelo y alegría.
20 Tú no puedes ser amigode gobernantes corruptos,que violan la leyy hacen planes malvados.
21 Esa clase de gobernantessiempre está haciendo planescontra la gente honrada,y dicta sentencia de muertecontra la gente inocente.
22-23 Esa gente es tan malvadaque acabarás por destruirla.Pero tú, mi Dios,eres mi más alto escondite;¡eres como una rocaen la que encuentro refugio!