1 Así como un venado sedientodesea el agua de un arroyo,así también yo, Dios mío,busco estar cerca de ti.
2 Tú eres el Dios de la vida,y anhelo estar contigo.Quiero ir a tu temploy cara a cara adorarte sólo a ti.
3 Día y nocheme he bebido mis lágrimas;mis enemigos no dejan de decirme:«¡Ahora sí, tu Dios te abandonó!»
4 Cuando me acuerdo de esto,me invade el sufrimiento;recuerdo cuando ibacamino hacia tu temploguiando multitudes;recuerdo las grandes fiestas,y los gritos de alegríacuando tu pueblo te alababa.