1 ¡Aleluya! ¡Alabado sea el SEÑOR! ¡Qué bueno eres! Tu amor hacia nosotros es eterno.
2 ¿Quién puede proclamar las proezas del SEÑOR, o expresar toda su alabanza?
3 Dichosos los que tratan a los demás con justicia y siempre hacen lo que es justo.
4 Cuando te compadezcas de tu pueblo, acuérdate también de mí, oh SEÑOR, ven a mí con tu salvación.
5 Hazme compartir el bienestar de tus escogidos, participar en la alegría de tu pueblo, y alabarte con aquellos que son tu herencia.
6 Mucho hemos pecado nosotros y nuestros padres; hemos hecho mal y actuado con perversidad.