1 ¡Aleluya! Agradeceré al SEÑOR con todo mi corazón en compañía de los rectos.
2 Que grandes son las obras del SEÑOR; todos los que en ellas se deleitan deben pensar en ellas.
3 Todo lo que él hace rebela su gloria y majestad. Su justicia nunca falta.
4 ¿Quién podrá olvidar las maravillas que él hace? ¡El SEÑOR es bondadoso y misericordioso!
5 Él da alimento a quienes en él confían; jamás olvida su pacto.
6 Él ha mostrado su gran poder a su pueblo dándole la tierra de otras naciones.
7 Todo cuanto él hace es justo y bueno, y todas sus leyes son rectas,
8 no cambian nunca, deben obedecerse fielmente.
9 Él ha pagado el precio del rescate por su pueblo, y estableció con ellos su pacto para siempre. ¡Su nombre es santo e imponente!
10 El principio de la sabiduría es el temor al SEÑOR. La recompensa para todos los que lo obedecen es la sabiduría. ¡Alabemos su nombre por siempre!