17 Por esto se abrió la tierra y se tragó a Datán, sepultó a Abiram y a sus seguidores.
18 Cayó del cielo fuego para consumir a estos malvados; las llamas devoraron a sus seguidores.
19 En Horeb hicieron un becerro; se postraron ante un ídolo hecho de oro.
20 Cambiaron a su Dios glorioso por la estatua de un buey que come hierba.
21 Ellos se olvidaron de Dios, su salvador, el que había hecho grandes cosas en Egipto:
22 milagros en la tierra de Cam, y maravillas en el Mar Rojo
23 Dios amenazó con destruirlos, pero no lo hizo por Moisés, su escogido, que se puso ante él en la brecha e impidió que su ira lo destruyera.