42 Sus enemigos los oprimieron, y los sometieron a su cruel poder.
43 Una y otra vez los libró, pero ellos continuaban rebelándose contra él, y finalmente fueron destruidos por su pecado.
44 Aun así, él se compadecía de ellos en su angustia y escuchaba sus lamentos.
45 Se acordaba del pacto que había hecho con ellos, y por su gran amor les tuvo compasión.
46 Hizo que quienes los tenían cautivos, les tuvieran compasión.
47 ¡SEÑOR, Dios nuestro, sálvanos! Vuelve a recogernos de entre las naciones para que podamos dar gracias a tu santo nombre, regocijarnos y alabarte.
48 ¡Bendito por los siglos de los siglos sea el SEÑOR, el Dios de Israel! ¡Diga todo el pueblo: ¡Aleluya! ¡Alabado sea el SEÑOR!»