2 Él es quien hizo retroceder los océanos para que apareciera la tierra seca.
3 ¿Quién puede subir al monte del SEÑOR? ¿Quién puede estar en su lugar santo?
4 Solamente los de manos inocentes y corazón puro, los que no adoran ídolos y nunca mienten.
5 A ellos les dará la justicia de Dios su bendición. Dios, su Salvador, les hará justicia.
6 A estos es a quienes se permite estar en presencia del SEÑOR y adorar al Dios de Israel.
7 ¡Ábranse, puertas antiguas, y den paso al Rey de la gloria!
8 ¿Quién es este Rey de la gloria? El SEÑOR, fuerte y poderoso, invencible en la batalla.