2 Escóndeme de la conspiración de los malvados, de la intrigas de perversos. Afilan sus lenguas como espadas; lanzan como flechas sus palabras amargas.
4 Desde su emboscada tiran contra el inocente. Lo hacen sin aviso, y no tienen temor.
5 Unos a otros se animan a cometer el mal. Planean cómo poner sus trampas. «Aquí jamás las descubrirá», dicen.
6 Maquinan sus perversidades, y dicen: «Hemos tramado el plan perfecto». ¡Sí, los pensamientos y el corazón humano no se pueden comprender!
7 Pero Dios mismo les disparará y caerán. Sin aviso las flechas los herirán.
8 Sus propias palabras se volverán contra ellos y los destruirán. Cuantos los vean se burlarán de ellos.
9 Entonces todos sentirán temor, proclamarán las poderosas obras de Dios; por fin reconocerán las admirables cosas que él hace.