4 tú me has vindicado; has respaldado mis acciones, declarándolas buenas desde tu trono.
5 Has reprendido a las naciones y destruido a los malvados, borrando para siempre sus nombres.
6 Oh enemigos tuyos: condenados están para siempre. El SEÑOR destruirá sus ciudades; aun el recuerdo de ellas desaparecerá.
7 Pero el SEÑOR reina eternamente; está sentado en su trono para juzgar. Él juzgará rectamente al mundo; gobernará a las naciones con igualdad.
9 Todos los oprimidos pueden acudir a él. Él es refugio para ellos en tiempo de tribulación.
10 Todos los que conocen tu misericordia, SEÑOR, contarán contigo para que los auxilies, pues jamás has abandonado a quienes en ti confían.
11 Canten salmos al SEÑOR, el rey de Sión, cuéntenle al mundo sus hechos inolvidables.