10 Si flaqueas en el día de angustia, tu fuerza es limitada.
11 Si dejas de librar a los que son llevados a la muerte y a los que son llevados al degolladero,
12 si dices: He aquí, no lo supimos, ¿acaso no lo entenderá el que pesa los corazones? El que mira por tu alma, él lo conocerá y recompensará al hombre según sus obras.
13 Come, hijo mío, de la miel, porque es buena; y el panal es dulce a tu paladar.
14 Así será el conocimiento de la sabiduría para tu alma; si la hallas, entonces habrá un porvenir, y tu esperanza no será frustrada.
15 Oh malvado, no aceches la morada del justo, ni saquees el lugar de su descanso,
16 porque siete veces cae el justo y vuelve a levantarse, pero los malvados caerán en el mal.