2 Pero el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.
3 A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre y las saca.
4 Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
5 Pero al extraño no seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.
6 Esta parábola les dijo Jesús, pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.
7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.
8 Todos los que vinieron antes de mí eran ladrones y salteadores, mas no los oyeron las ovejas.