1 Después de estas cosas, había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén.
2 Y hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, un estanque que en hebreo es llamado Betesda, el cual tiene cinco pórticos.
3 En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos que esperaban el movimiento del agua.
4 Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese.
5 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.
6 Cuando Jesús vio a éste acostado y supo que ya hacía mucho tiempo que estaba así, le dijo: ¿Quieres ser sano?