58 Éste es el pan que descendió del cielo, no como vuestros padres, que comieron el maná y murieron. El que come de este pan vivirá eternamente.
59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaúm.
60 Entonces, al oírlo, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?
61 Y sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os escandaliza?
62 ¿Pues qué, si vierais al Hijo del Hombre subir a donde estaba primero?
63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
64 Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién le había de entregar.