1 Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas,
2 tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos y fueron ministros de la palabra,
3 me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde el principio, escribírtelas en orden, oh excelentísimo Teófilo,
4 para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido enseñado.
5 Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, del grupo de Abías; y su esposa era de las hijas de Aarón y se llamaba Elisabet.
6 Y ambos eran justos delante de Dios y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y estatutos del Señor.