20 Pero le dijo Dios: Necio, esta noche van a pedir tu alma; y lo que has guardado, ¿de quién será?
21 Así es el que hace para sí tesoro y no es rico para con Dios.
22 Y dijo a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis.
23 La vida es más que la comida, y el cuerpo más que el vestido.
24 Considerad los cuervos, que no siembran ni siegan; que no tienen almacén ni alfolí, y Dios los alimenta. ¡Cuánto más valéis vosotros que las aves!
25 ¿Y quién de vosotros podrá, con afanarse, añadir a su estatura un codo?
26 Pues si no podéis hacer ni aun lo que es menos, ¿por qué os preocupáis por lo demás?