9 y viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces tengas, con vergüenza, que ocupar el último lugar.
10 Mas cuando seas convidado, ve y siéntate en el postrer lugar, para que cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de los que se sientan contigo a la mesa.
11 Porque cualquiera que se ensalza será humillado; y el que se humilla será ensalzado.
12 Y dijo también al que le había convidado: Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes ni a tus vecinos ricos, no sea que ellos, a su vez, te vuelvan a convidar, y seas recompensado.
13 Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, a los mancos, a los cojos y a los ciegos;
14 y serás bienaventurado, porque ellos no te pueden retribuir; pero te será recompensado en la resurrección de los justos.
15 Y oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: ¡Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios!