1 Y Jesús dijo a sus discípulos: Imposible es que no vengan tropiezos; mas, ¡ay de aquel por quien vienen!
2 Mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino y se le lanzase al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos.
3 Mirad por vosotros mismos; si tu hermano peca contra ti, repréndele; y si se arrepiente, perdónale.
4 Y si siete veces al día peca contra ti, y siete veces al día vuelve a ti, diciendo: Me arrepiento, perdónale.