163 Odio y desprecio la mentira, pero amo tu enseñanza.
164 Siete veces al día te alabo por tus justas órdenes.
165 La gente que ama tus enseñanzas encontrará la paz verdadera; nada los hará tropezar.
166 SEÑOR, espero tu salvación y obedezco tus mandamientos.
167 Mi alma ha seguido tus enseñanzas y yo las amo mucho.
168 Cumplo tus normas e instrucciones, y tú lo sabes.
169 SEÑOR, espero que te llegue a ti mi súplica y me des la sabiduría que me prometiste;