1 ¡SEÑOR, escúchame! ¡Responde a mi petición, que soy pobre y necesitado!
2 Protege mi vida, porque te soy fiel. Tú eres mi Dios, yo soy tu siervo; confío en ti, sálvame.
3 Ten compasión de mí, Señor, pues a toda hora pido tu ayuda.
4 Señor, pongo mi alma en tus manos; llena mi vida de alegría, pues yo soy tu siervo.
5 Eres bueno y perdonas, Señor; es abundante tu fiel amor para todos los que te piden ayuda.
6 SEÑOR, escucha mi oración, presta atención porque te pido compasión.
7 Yo acudo a ti cuando estoy en problemas, porque sé que me responderás.
8 No hay ningún dios como tú, Señor; nadie puede hacer lo que tú haces.
9 Tú creaste a todos los seres humanos, Señor. Ellos vendrán a inclinarse ante ti y adorarán tu nombre.
10 ¡Tú eres grandioso y haces maravillas! Tú y sólo tú eres Dios.
11 SEÑOR, enséñame tu camino, quiero vivir según tus enseñanzas. Haz que me consagre a ti de todo corazón, para que te pueda honrar como es debido.
12 Señor mi Dios, yo te alabo de todo corazón; adoraré tu nombre por siempre.
13 El fiel amor que me tienes es muy grande; me has rescatado del lugar de los muertos.
14 Gente arrogante me ataca, Dios mío; una pandilla de violentos busca matarme. Ellos no te tienen ningún respeto.
15 Señor, tú eres un Dios compasivo y bondadoso, un Dios que no se enoja con facilidad; lleno de fiel amor y fidelidad.
16 Así que escúchame y ten compasión de mí. Soy siervo e hijo de una sierva tuya, muéstrame tu poder y sálvame.
17 Dame una señal de tu favor. Haz que mis enemigos la vean y se sientan avergonzados. Tú, SEÑOR, has sido mi ayuda y consuelo.