1 SEÑOR, te amo. ¡Tú eres mi fortaleza!
2 El SEÑOR es mi roca, mi fortaleza y mi libertador. Dios es mi refugio, él me protege; mi escudo, me salva con su poder. Él es mi escondite más alto.
3 Alabado sea el SEÑOR; cuando le pedí ayuda, me salvó.
4 La muerte me enredó en sus cuerdas y me sentí perdido ante la temible corriente.