7 La enseñanza del SEÑOR es perfecta, reconforta el alma. Lo que dice el SEÑOR en su pacto es seguro, ayuda a los ignorantes a volverse sabios.
8 Las leyes del SEÑOR son justas, hacen feliz a la gente. Los mandamientos del SEÑOR son buenos, le muestran a la gente el camino correcto a seguir.
9 El mandato de respetar al SEÑOR es puro; permanece para siempre. Las decisiones del SEÑOR son siempre justas; absolutamente correctas.
10 Sus enseñanzas valen más que el oro puro; son más dulces que la miel recién salida del panal.
11 Dios mío, tus enseñanzas previenen de todo peligro a quienes te respetan. Los que te obedecen serán recompensados.
12 ¿Quién puede darse cuenta de absolutamente todos sus errores? Así que te pido que me ayudes a no cometer pecados sin darme cuenta.
13 Protégeme de la soberbia; no dejes que gobierne mi vida. Sólo así podré estar puro y libre de toda culpa.