1 SEÑOR, a ti entrego mi alma.
2 Dios mío, en ti confío, por eso nunca seré humillado, y mis enemigos nunca me vencerán.
3 Quien crea en ti nunca será derrotado; pero en cambio, los traidores serán derrotados y quedarán con las manos vacías.
4 SEÑOR, enséñame a vivir a tu manera. Muéstrame el camino que tú seguirías.