1 No permitas que los perversos te inquieten, ni sientas envidia de los que hacen maldades.
2 Porque pronto se marchitarán como la hierba; se secarán como planta verde.
3 Confía en el SEÑOR y haz el bien; vive de la tierra que Dios te dio y haz tu trabajo con seguridad.
4 El SEÑOR te da gozo, disfrútalo, y él te dará lo que más deseas.
5 Confía al SEÑOR tu vida; confía en él y Dios actuará.
6 Como el sol se ve en pleno día, así todos verán que haces bien y que tu causa es justa.
7 Sé paciente y espera las obras del SEÑOR. No te enfurezcas cuando veas que los perversos se salen con la suya.