6 Dios mío, estoy tan deprimido aquí recordándote en este lugar, desde esta pequeña colina donde están el monte Hermón y el río Jordán.
7 Escucho el sonido del agua de tus cascadas, que sale de lo profundo de la tierra y cae gritando con fuerza en un pozo profundo. Tus fuertes olas me cubren y me ahogan.
8 El SEÑOR me muestra su fiel amor todos los días. Por la noche, yo le canto y elevo una oración al Dios que me dio la vida.
9 Al cantar, le pregunto a Dios, a mi roca: ¿Por qué te has olvidado de mí? Quiero saber por qué debo aguantar tanta crueldad de mis enemigos.
10 Me duelen hasta los huesos ante la burla de mis enemigos que todo el día me preguntan: «¿Dónde está tu Dios?»
11 ¿Por qué tengo que estar tan angustiado y sufrir tanto? Confía en Dios. Volveré alabarlo por haberme salvado.