1 Grande es el SEÑOR y merece que se le alabe en la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo.
2 El monte alto es hermoso, da alegría al mundo entero. El monte Sion es el verdadero monte de Dios, la ciudad del gran Rey.
3 En los palacios de la ciudad se sabe que Dios es refugio seguro.
4 Se unieron reyes para atacar la ciudad,
5 pero cuando la vieron, quedaron asombrados, se asustaron y huyeron.
6 El miedo se apoderó de ellos, se estremecían de dolor como una mujer que está de parto.
7 Con fuertes vientos tú hiciste pedazos sus naves que viajan a Tarsis.