7 Mis ojos están cansados de llorar a causa de mis penas y de mis enemigos.
8 ¡Aléjense de mí, perversos! Porque el SEÑOR ha escuchado mi llanto.
9 El SEÑOR escuchó mis ruegos; el SEÑOR aceptó mi oración.
10 Todos mis enemigos serán humillados y temblarán de miedo. Todos ellos se alejarán; al instante serán humillados.